uN sOrBetE de TreIntA cEnTavos

vos,
claro,
tenes una magia inesperada
ahi donde las evelyn de ayer no mueren
donde quedé unos días haciendo partidas contables,
y que luego fueron rotas por la melancolía,

una constante,
y dos personas , pero solo una
y la otra, con el otro que le regalo un chocolate
hasta que se llaman por las noches,
hasta que ella afirma con su verdad

siempre se vestía de una blusa imposible
cuando yo era lejano, y un oriente sin sombras
las noches, los días de sol, la serena tarde,
todo fué imposible, hasta mi lamento...

vos,
claro,
sos una evelyn mas,
que ya se fué
a comer un sorbete de treinta centavos...

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